Materiales peligrosos y riesgos de un almacenamiento inadecuado
En este informe vamos a repasar que productos y materiales peligrosos puedes encontrarte de manera más habitual, te daremos una serie de consejos sobre su almacenaje y repasaremos la normativa que se aplica. ¡Vamos allá!
Tipos de productos más frecuentemente almacenados en industria
Es imprescindible y obligatorio identificar y conocer bien los productos a almacenar pues existe un principio de separación de los productos incompatibles que pueden reaccionar entre sí o con su entorno.
Un almacenamiento no adaptado a las características de un producto puede generar una modificación o una degradación que le vuelve más peligroso, ya sea al almacenarlo o al utilizarlo posteriormente.
Tipos de productos:
- Higroscópicos, tomando en masa, hidrolizables, que emiten gases altamente inflamables al contacto con la humedad, como los metales alcalinos y sus hidruros, reaccionan mal a la humedad.
- Sublimables, peroxidables o polimerizables deben ser protegidos de toda fuente de calor.
- Peroxidables y polimerizables deben colocarse fuera de la luz (UV).
- Cristalizables, gelificables y las emulsiones temen el frío.
- Se deben aislar los productos oxidables, peroxidables y los polvos metálicos de todo contacto con el oxígeno del aire.
La importancia de clasificar los productos y materiales peligrosos
Un almacenamiento demasiado largo puede dar lugar a una degradación importante del producto, lo que genera una diferencia notable entre el contenido del envase y las indicaciones de la etiqueta. Conviene, por lo tanto, hacer el inventario de los riesgos, para determinar objetivos de prevención.
También hay que tener en cuenta los volúmenes a almacenar, el grado de variedad en las existencias, las frecuencias de entrada y de salida de los productos, el tamaño de la superficie atribuida al almacenamiento y su implantación. De la misma manera, es imprescindible ser muy preciso en cuanto al vocabulario utilizado para la prevención y el etiquetado. Por abuso de lenguaje, en efecto tenemos a menudo tendencia a confundir productos químicos con productos inflamables, inflamable y explosivo, combustible y oxidante, etc.
Así, una buena selección de equipamientos de almacenamiento empieza por una buena separación en «grandes familias» de los productos más frecuentemente utilizados, más peligrosos, o más susceptibles de reaccionar entre sí. Por ejemplo:
- Productos con poco riesgo
- Productos fitosanitarios
- Productos corrosivos
- Productos químicos
- Productos inflamables
Combustible, inflamable, explosivo: ¿cuáles son las diferencias?
El calificativo combustible se aplica a todo componente susceptible de añadirse a un oxidante (casi siempre el oxígeno del aire) y capaz de consumirse. Ciertos productos combustibles tienen la propiedad de inflamarse con rapidez y de quemar con producción de llamas: entonces son inflamables.
Para caracterizar la inflamabilidad de los líquidos, se utiliza la noción de punto de destello. El punto de destello es la temperatura mínima por la cual, en condiciones de ensayos especificados, un producto produce bastante gas inflamable capaz de inflamarse momentáneamente en presencia de una fuente de inflamación.
Los gases, vapores, nieblas de productos combustibles, mezclados con aire, son explosivos en el dominio de concentración incluido entre el límite inferior de explosividad (LIE) y el límite superior de explosividad (LSE). Debajo del LIE, la mezcla es demasiado pobre en combustible para generar una explosión. Arriba del LSE, la mezcla es demasiado rica en combustible y no contiene suficientemente oxígeno.
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Tipos de riesgos relacionados con el almacenamiento
El riesgo de incendio o de explosión
En caso de incendio en el lugar de almacenamiento o en su entorno inmediato, la presencia de un almacenamiento de productos químicos o inflamables hace que el incendio sea más peligroso y más difícil de controlar. Por otra parte, fugas pueden favorecer el principio o la propagación de un incendio.
El riesgo de caída o de volcado de envase
Estos incidentes pueden ocurrir durante una intervención humana o en su ausencia. Durante una intervención humana, pueden tener como origen un estorbo excesivo, un apilado arriesgado, una mala disposición de los productos o defectos de diseño del local de almacenaje (desnivel, iluminación insuficiente). En la ausencia de intervención humana, roturas o caídas de soportes (debilitados a causa de la corrosión por ejemplo) así que el desmoronamiento de apilados mal realizados pueden ocurrir. La evaporación de un producto inflamable derramado fuera de su envase puede también devolver la atmósfera del local de almacenamiento explosiva.
La debilitación de los envases
Procesos de almacenamiento no adaptados pueden generar una debilitación de los envases al principio de fugas o roturas accidentales, contaminación, reacciones peligrosas o accidentes. Los materiales de envase o de fabricación de frascos son susceptibles de deteriorarse bajo el efecto del frío (ej: rotura de un recipiente de vidrio a causa del hielo), del calor (deformación de los plásticos, poder solvente reforzado de algunos productos), de la luz (UV) (debilitación de los plásticos) pero también bajo el efecto de la atmosfera más o menos corrosiva del local de almacenamiento.
Principios de base para seleccionar equipamientos de almacenamiento
Tabla de compatibilidades
+ : los productos pueden almacenarse juntos.
0 : los productos pueden almacenarse juntos sólo si se aplican ciertas disposiciones.
– : los productos no deben almacenarse juntos.
El principio de separación de los productos incompatibles
Uno de los objetivos principales de un buen almacenamiento es evitar almacenar cerca productos incompatibles. Los armarios de seguridad dedicados a cada gran familia de productos y materiales peligrosos permite separarlos físicamente.
Hace falta empezar por localizar las incompatibilidades entre productos y evaluarlas para decidir o no de una separación.
La ficha de datos de seguridad, que debe adjuntarse a todo tipo de producto peligroso, permite recoger las informaciones esenciales referentes a las incompatibilidades específicas al producto o a la familia química a la cual pertenece.
Se distingue principalmente :
- T+ – Muy tóxico (cianuros, fluoruros alcalinos…): se deben almacenar en armarios cerrados con llave para reservar el acceso a las personas habilitadas.
- E – Explosivo: se deben almacenar por separado en locales o armarios específicos.
- O – Comburente: se deben almacenar por separado en locales o armarios específicos, pensando también en separarlos de las materias combustibles y en particular de los productos etiquetados F Fácilmente inflamable o F+ Extremadamente inflamable.
- Los productos generando reacciones peligrosas con el agua (en particular los productos cuyo etiqueta lleva las frases R14, R15 o R29) que deben almacenarse por separado en locales o armarios específicos por los cuales todo riesgo de contacto con el agua (inundación, fuga de tubería, condensación, agua de extinción…) ha sido eliminado, al precisar, para los servicios de auxilios, este riesgo en su puerta.
- F – Fácilmente inflamable o F+ – Extremadamente inflamable: se deben almacenar por separado en espacios de seguridad ventilados.
- Los ácidos concentrados, la mayoría de las veces etiquetados C – Corrosivo, que deben almacenarse aparte, separados del almacenamiento de las bases concentradas, también la mayoría de las veces etiquetadas C – Corrosivo ; el objetivo de estos almacenajes separados es anticipar las reacciones exotérmicas de neutralización en caso de contacto accidental entre las dos categorías de productos. Cuando las bases o los ácidos están diluidos, la exotermicidad reducida de estas reacciones puede no justificar más estas precauciones.
- Cuando un producto presenta varias clases de riesgos, la categoría de productos, con la cual se debe almacenar, debe elegirse por el responsable del almacenaje respecto a la propiedad que considera como la más peligrosa.
Cuando un producto presenta varias clases de riesgos, la categoría de productos, con la cual se debe almacenar, debe elegirse por el responsable del almacenaje respecto a la propiedad que considera como la más peligrosa.
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El principio de retención
Una obligación reglamentaria
La implementación de un sistema de retención adaptado al tipo de productos almacenados, a su peligrosidad, su diversidad, su volumen, así que en la zona de almacenaje (en el interior o en el exterior), es no solamente una obligación reglamentaria (en la mayoría de los casos), pero también un medio de reforzar la seguridad en la empresa en el marco de una política de gestión ambiental.
Sin contar con el hecho de que comprar materiales de retención será siempre más barato que tratar un solo derrame accidental importante. Las cubas, recipientes o cubetas de retención fijos o móviles constituyen la primera barrera de seguridad cuando los equipamientos de almacenaje o los contenedores de productos y materiales peligrosos dejan derramar su contenido tras un accidente material (contenedores usados o deteriorados) o una negligencia humana (contenedores volcados durante la manipulación y pequeños derrames durante las salidas de existencias).
Para hacer frente a importantes derrames, otras « barreras de seguridad » deben reforzar la protección asegurada por las cubas de retención, como por ejemplo las barreras flexibles, los obturadores de tubería o las placas de obturación, para contener la contaminación en la empresa.
Cubetas de retención y armarios de seguridad
Cómo elegir su cubeta de retención
La combinación de los tres parámetros siguientes es esencial para elegir un buen sistema de retención: el tipo de los productos químicos, el volumen almacenado y el lugar de almacenamiento.
Según el tipo de productos químicos
- Acidos, Bases: cubetas de retención de polietileno y polipropileno. Las cubetas de polipropileno ofrecen una muy buena resistencia a las bases y a los principales detergentes y además son muy rígidas. Las cubetas de polietileno alta densidad resisten a los ácidos (ejemplo: baterías). Estos dos tipos de cubetas presentan también una muy buena resistencia a los principales solventes, y soportan todo tipo de lavado (químico o por alta presión).
- Otros productos químicos: cubetas de retención compuesto poliéster-fibra de vidrio. Estas cubetas ofrecen la resistencia del acero para el peso del plástico. Son inalterables y resisten a la mayoría de los productos químicos y a la corrosión.
- Hidrocarburos: cubetas de retención de acero. Son ideales para la retención de los hidrocarburos y de todos los productos no agresivos. Muy resistentes, son también muy económicas (excelente relación retención/precio).
Almacenamiento de sustancias peligrosas con seguridad
Cubetas de retención de polietileno 2 bidones, 260 litros 132 cm x 66 cm x 43 cm
Almacenamiento de sustancias peligrosas con seguridad
Cubeta de retención remontable para 4 bidones, 440 litros 155 cm x 132 cm x 46 cm
Almacenamiento de sustancias peligrosas con seguridad
Cubeta de retención flexible en poliéster económica, 250 L 100 cm x 100 cm x 25 cm
189,00€
Según el volumen almacenado
Las soluciones volumétricas de retención son múltiples. De la simple losa de protección que puede contener pequeños vertidos (3 litros) hasta la super cubeta contenedor de 1500 litros (la capacidad de polietileno del mercado más importante), el industrial puede fácilmente encontrar en los diferentes materiales (plásticos y acero) cubetas de retención adaptadas a su volumen almacenado.
El volumen de estas cubetas de retención está la mayoría de las veces correlacionado con el volumen del contenedor que soporta: cubetas de retención para 1 bidón, 2 bidones, incluso para 4 bidones, cubetas de retención para cubas de 1000 litros (contenedores).
Según el lugar de almacenamiento
Para el almacenamiento en el exterior, se aconseja elegir cubetas de retención resistentes a la intemperie (las cubetas de acero incluso barnizado o galvanizado deben ser protegidas si se utilicen en el exterior).
Se debe privilegiar la utilización de contenedores cerrados, de cajas, de almacenes incluso grandes bungalows de almacenaje, tanto más que estos equipamientos reforzan también la seguridad del almacenaje.
Para el almacenamiento temporal, el industrial debe poder implementar las mismas condiciones de seguridad para la retención de los productos almacenados, sin invertir en equipamientos pesados o estructuras fijas. Puede encontrar en el mercado cubetas de retención flexiles, fáciles de transportar y de instalar de varias dimensiones, piscinas de retención con tubulares de estanqueidad integrados hinchables para los volúmenes importantes, así que cubetas plegables para los volúmenes almacenados más pequeños (de 1 a 4 bidones).
Para el transporte y el trasvase de materias peligrosas, el industrial debe tener en cuenta los riesgos de derrame durante la manipulación de los contenedores. Pues utilizará cubetas de retención móviles sobre ruedas para desplazar los barriles o los bidones y garantizará la seguridad de las zonas de trasvase gracias a superficies o plataformas de retención.
Para el almacenamiento múltiple, existe varias soluciones de estanterías para barriles, para bidones, con cubetas de retención integradas al nivel más bajo. Sin embargo, hace falta tener presente la idea que la estantería de numerosos bidones no debe transgredir la regla de no almacenar productos peligrosos incompatibles entre sí.
Seleccionar el armario de seguridad
Criterios de selección
Los armarios de seguridad también llamados « cajones de seguridad » permiten colocar y almacenar cerca del puesto de trabajo los productos y materiales peligrosos, reduciendo los riesgos generados por la manipulación, el almacenaje y el transvase de estas sustancias químicas (o radioactivas). Se caracterizan por su capacidad de almacenar con total seguridad productos peligrosos bien específicos. No se deben confundir con los simples armarios (de polietileno o metálicos), casilleros o estanterías, utilizados para colocar material o materiales inofensivos.
El almacenaje en armarios de seguridad debe absolutamente ser un almacenaje fortuito o adicional que permite disponer al alcance de la mano de pequeñas reservas. No se debe preferir, en ningún caso, la instalación de numerosos armarios en un mismo lugar a la construcción de un lugar de almacenamiento específico más adaptado al almacenaje de importantes cantidades de productos químicos. Así, los grandes almacenajes deben colocarse en locales conformes a la legislación.
Sin embargo, incluso si se trata de un « almacenaje complementario », los armarios de seguridad deben cumplir con las normas y usos muy estrictos adaptados al tipo de productos almacenados (inflamables, ácidos, bases, venenos, radioactivos).
Se selecciona el armario de seguridad adecuado según principalmente dos criterios:
- el tipo de productos a almacenar: productos con pocos riesgos, productos fitosanitarios, productos inflamables, productos corrosivos, productos químicos.Para los productos inflamables, el valor del Punto de Destello determina el tipo de armario de seguridad a comprar. El punto de destello es la temperatura a la cual un líquido prende en presencia de una llama. Más el punto de destello es bajo, más el producto es inflamable.
- el volumen o el tipo de contenedores a almacenar
Armarios alta-seguridad antifuego
Se trata de armarios metálicos (o al mínimo de armarios difícilmente combustibles -PVC-), especialmente diseñados para almacenar recipientes que contienen líquidos extremadamente y/o fácilmente inflamables y combustibles para protegerlos contra dos fuentes de propagación de incendio: las llamas y el calor.
Estos armarios se caracterizan por:
- el cierre de las puertas, la presencia de juntas termodilatantes y de válvulas cortafuego que aseguran la protección contra las llamas
- la « doble pared » (pared metálica + materiales aislantes) que asegura la protección contra el calor.
La integridad y el buen funcionamiento del sistema de ventilación del armario son muy importantes: el sistema de ventilación no debe en ningún caso alterar las características de resistencia al fuego del armario. Por ejemplo, si las aperturas de ventilación del armario no tienen válvulas cortafuego adecuadas y eficaces, los conductos de ventilación deben tener el mismo nivel de resistencia al fuego que el armario de seguridad.
Se puede distinguir estos armarios según su resistencia al fuego de 15, 30, 60 o 90 minutos.
Los armarios de seguridad para los líquidos inflamables son tradicionalmente amarillos.
Almacenamiento de sustancias peligrosas con seguridad
Armario con resistencia al fuego 105 minutos EN-14470-1, 2 puertas
Almacenamiento de sustancias peligrosas con seguridad
Armario con resistencia al fuego 105 minutos EN-14470-1, 1 puerta
Almacenamiento de sustancias peligrosas con seguridad
Armario ignífugo FM, 15 litros 43,2 cm x 43,2 cm x 55,9 cm cierre manual
713,00€
Almacenamiento de sustancias peligrosas con seguridad
Armario ignífugo FM mural, 76 litros 109,2 cm x 30,5 cm x 111,8 cm
1.558,00€
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Armarios para productos peligrosos (Acidos, bases y productos corrosivos)
En general, se debería colocar sobre las superficies de trabajo sólo los ácidos y bases utilizados o diariamente utilizados. Lo demás debería almacenarse en armarios. Los armarios de seguridad de los ácidos y bases deben ser ventilados y equipados con cubetas de retención.
Para limitar la corrosión por vapores o problemas en caso de vertido, los armarios y las cubetas de retención deben ser fabricadas con materiales resistentes a los productos almacenados. Por ejemplo, se evitará las cubetas o armarios metálicos para almacenar ácidos.
Para limitar los riesgos de reacciones peligrosas, se separará los productos de tipos diferentes: ácidos, bases, solventes inflamables, oxidantes, productos corrosivos.
Se puede almacenar los productos en el mismo armario sólo si se coloquen en cubetas de retención separadas.
En general, los armarios de seguridad para los ácidos y productos corrosivos son azules.
Se debe equipar los armarios de seguridad con sistemas de ventilación bien diseñados y bien mantenidos para eliminar de manera eficaz los vapores inflamables o tóxicos y disminuir así el riesgo de incendio y los problemas de salud.
Normas y leyes
Actualmente en España rige el Reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos aprobado según el RD 656/2017. Aun así, las instalaciones cuya construcción sea posterior al 25 de octubre de 2017 pueden seguir aplicando el RD 379/2001 mientras no hagan modificaciones.